El futuro de la biodiversidad depende de nosotros

El futuro de la biodiversidad depende de nosotros

En un mundo donde la biodiversidad enfrenta amenazas sin precedentes, es urgente reflexionar sobre el papel que tenemos como sociedad para garantizar la conservación de los ecosistemas y especies que sostienen la vida en nuestro planeta. Cambio Sostenible, comprometido con la equidad social y el desarrollo sostenible, reafirma su llamado a la acción colectiva para proteger nuestra biodiversidad.

Colombia, reconocida como uno de los países más biodiversos del mundo, cuenta con un tesoro natural que incluye humedales, ecosistemas marinos y terrestres únicos. No obstante, esta riqueza enfrenta desafíos críticos debido a la deforestación, la urbanización descontrolada, la contaminación y el cambio climático. Estudios recientes, como los elaborados por Cambio Sostenible en colaboración con la comunidad científica y organizaciones aliadas, muestran una disminución alarmante de especies y la pérdida de ecosistemas vitales.

Un ejemplo es la investigación sobre la conservación y restauración de corales en el Caribe colombiano, donde especies como Diploria labyrinthiformis y Colpophyllia natans están en riesgo debido al aumento de la temperatura del agua y la contaminación. Estos corales no solo son refugio de una amplia variedad de especies marinas, sino también protegen las costas de la erosión y generan beneficios económicos a través del turismo sostenible. Sin embargo, su deterioro podría tener repercusiones devastadoras para las comunidades locales.

Por otro lado, los humedales, considerados los riñones de la Tierra por su capacidad para purificar el agua, regular los caudales y almacenar carbono, también están amenazados. En un informe de Cambio Sostenible se evidencia que la urbanización descontrolada y los vertimientos de aguas residuales han reducido más del 60% de los humedales en Colombia en los últimos 150 años. Esta pérdida afecta no solo a las especies que dependen de estos ecosistemas, sino también a las comunidades humanas, que ven disminuida su capacidad de adaptarse al cambio climático.

El Instituto Humboldt resalta que Colombia alberga el 10% de la biodiversidad global, pero también es uno de los países más amenazados por la deforestación, la expansión urbana y el cambio climático. Ecosistemas como los humedales y los arrecifes coralinos son vitales para mitigar impactos ambientales, pero enfrentan riesgos graves debido al desconocimiento y a las prácticas no sostenibles.

La ciencia, la sociedad civil y las políticas públicas deben alinearse para frenar el deterioro de nuestros ecosistemas. Esto implica establecer áreas protegidas, educar a la población y fomentar prácticas sostenibles en todos los niveles. El papel de cada persona es fundamental: desde reducir nuestra huella ecológica hasta exigir gobiernos responsables que prioricen la protección ambiental.

El futuro de la biodiversidad no es un tema distante. Está aquí, en nuestras decisiones cotidianas y en el compromiso de organizaciones, como Cambio Sostenible, que luchan por preservar el equilibrio natural. Nuestro llamado es claro: juntos podemos construir un modelo de desarrollo que respete la vida en todas sus formas y asegure un planeta habitable para las generaciones futuras.